«El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de admiración y reinará sobre el universo» (Evangelio Apócrifo de Tomás)
Cuando empezamos la práctica del perdón, nos encontramos en el exterior del anillo de terror (ver T-18.IX.3:9)... ahí todo lo que tenemos que hacer es perdonar una persona, alguna relación especial, circunstancias, soltar objetos de especialismo, etc.
Al seguir con esa práctica, nos adentramos en las profundidades de la mente donde secretamente se encuentra el miedo a Dios, el último obstáculo a la paz. Inevitablemente nos "estremeceremos" y es muy probable que el miedo se agudice.
No estamos ahora perdonando para tener un personaje más amoroso, una identidad más amable... estamos dando los pasos que nos demuestran que la identidad separada que creemos ser es una ilusión.
Las cosas suelen por lo general empeorar, la confusión y la desorientación saltarán a cada paso, la oscuridad podría acentuarse...pero el consejo de Jesús siempre ha sido claro: «El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que encuentre»
No es conveniente quedarse a medio camino...
"... pues ¿qué ventaja le ha reportado jamás a un prisionero la ilusión de escape?" Anexo a UCDM
