martes, 4 de abril de 2017

¡Elige confiar!

... es tu decisión en favor de la verdadera fortaleza lo que está detrás!


Cuando en Un Curso de Milagros Jesús nos dice que

"Una de las tentaciones más difíciles de reconocer es que dudar de la curación debido a que los síntomas siguen estando presentes es un error que se manifiesta en forma de falta de confianza. Como tal es un ataque. Normalmente parece ser justamente lo contrario. No parece razonable, en un principio, que se nos diga que preocuparnos continuamente es un ataque. Tiene todas las apariencias de ser amor. Mas el amor sin confianza es imposible, ya que la duda y la confianza no pueden coexistir. Y el odio es lo opuesto al amor, sea cual sea la forma en que se manifieste." UCDM. M.7.4:1-7
Nos está avisando de las triquiñuelas con las que la mente llena de miedo quiere perpetuar ese estado de ego. Construir la confianza es algo básico para nuestro despertar. Es señal de que estamos dispuestos a ir gradualmente poniendo a prueba si nuestro soterrado temor a Dios, a sanar, a merecernos ser amados es cierto.

No te dejes engañar por estas maniobras dilatorias. Eres Inocente, eres tal como Dios te creó y no tienes nada que temer. 

Usa el hecho de que las circunstancias no han cambiado (y  puede que algunos 'síntomas' te acompañen un buen trecho) como una oportunidad de aprender que ni esto, tal como está, tiene el poder de quitarte la paz.

"Vigila tu mente contra las tentaciones del ego, y no te dejes engañar por él. No tiene nada que ofrecerte... El hábito de colaborar con Dios y Sus creaciones se adquiere fácilmente si te niegas diligentemente a dejar que tu mente divague [sea indulgente con sus proyecciones]. No se trata de un problema de falta de concentración, sino de la creencia de que nadie, incluido tú, es digno de un esfuerzo continuo. Ponte de mi parte sistemáticamente [nos dice Jesús] contra este engaño y no permitas que esa desafortunada creencia te retrase" UCDM. T.4.6

Recuerda,  Eres Inocente, eres tal como Dios te creó, no tienes nada que temer y sí que eres digno de un esfuerzo continuo.

Reconoce la preocupación como lo que es, un ataque a tu Ser y sabiendo que ya no deseas el propósito que apoya,  elige entonces confiar.. a pesar de que las cosas por encima no hayan cambiado.