Pregunta#
379: Me siento como si se me dijera que tengo que revisar todo lo que
pueda acerca del “problema de autoridad.” Tengo el material de Ken
Wapnick sobre el problema de autoridad, pero el mundo del ego me impide
que pueda disponer de tiempo para escuchar dicho material. Me pregunto
si tienes algunas otras palabras de sabiduría relacionadas con este tema
u otros escritos que pudieras recomendarme.
Respuesta:
La recomendación es que arregles los asuntos con tu ego! Encuentra la
manera de arreglar los asuntos con tu ego y luego escucha las
grabaciones.
La
pregunta #304 resume las ideas claves involucradas en el problema de
autoridad, el cual nos dice Jesús que es “la raíz de todo mal”
(T.3.VI.8:3). Es entendible que vaya a presentarse una intensa
resistencia a este tópico, ya que permea toda el pensamiento de la
mentalidad errada y ahonda en ella al punto de agitar nuestro miedo
fundamental de que, de alguna u otra forma, estamos destinados a perder
la batalla de la existencia que libramos contra Dios. Oculta en alguna
recóndita parte de nuestra mente se encuentra la “verdad” de que nuestra
existencia como individuos no es auténtica y que será extinguida tan
pronto como nuestras defensas sean expuestas y demolidas, lo cual es
inevitable. Esta duda ontológica acerca de nuestra existencia misma se
filtra entonces en cada nivel de nuestra experiencia, de tal forma que
acabamos retando toda autoridad en nuestras vidas ---secreta o
explícitamente. O puede que vayamos en la dirección opuesta y nos
volvamos completamente sumisos a las figuras de autoridad pero, que en
secreto, guardemos pensamientos de resentimiento a causa del poder que
ostentan sobre nosotros. De cualquier forma, siempre se refuerza el
sistema de pensamiento del ego ya que la separación se mantiene.
Un
Curso de Milagros nos enseña que la sanación de éste conflicto comienza
cuando pedimos ayuda para poder mirar a nuestro deseo de ser individuos
autónomos en lugar de una parte del Hijo uno de Dios. Nos sentiremos
motivados a pedir ayuda cuando logremos reconocer que desear y mantener
una vida de intereses separados no nos hace felices. El ego siempre nos
hará creer que es uno-o-el-otro: o bien un Dios tirano está a cargo o
nosotros lo estamos. Jesús corrige esta manera errónea de pensar
asegurándonos que cuando soltemos nuestra imaginaria necesidad de ser
independientes, nos sentiremos como si nos hubiesen liberado del
aprisionamiento y experimentaremos la paz interminable que es nuestra
herencia como el Hijo de Dios (T.3:VI.10).
Link al original aquí.