Pregunta#558:
Estoy buscando aquietar mi mente y observar todo mi sufrimiento desde
un nuevo punto de vista. Un Curso de Milagros dice que mi única función
es perdonar. Me habla acerca de que elija lo que tiene valor. Dice que
es preciso que primero contemple lo que he fabricado con el propósito de
que vea en qué consiste y en que no tiene valor. Mi pregunta es, ¿cómo
miro a través de todo el drama que mi ego genera y me aferro a lo que sí
tiene valor? Sé que si mi única función es perdonar, entonces lo que es
de valor proviene de esa premisa. Sin embargo, me siento sumamente
atrapado en el drama y me es difícil discernir lo que tiene valor de lo
que no lo tiene. Me encuentro a la vez buscando abandonar mis juicios,
puesto que comienzo a ver que no tienen valor. Me vendría muy bien algo
de ayuda para buscar algunas estrategias de superación y algunas
meditaciones diarias que me apoyaran a través de este cambio.
Respuesta:
Si, el Curso nos hace una invitación a que miremos a nuestra vida y a
todo nuestro dolor y sufrimiento desde una perspectiva completamente
distinta. Todas las categorías y criterios que hasta hoy usamos para
determinar lo que es valioso y útil en nuestras vidas, de repente
pierden toda su validez, ya que la premisa básica con la que decidimos
ahora cambia de satisfacer nuestras necesidades a la de abandonar
nuestros juicios, lo cual es lo que el Curso denomina perdón. Dos
amplias y todo-abarcadoras generalizaciones se derivan de esta nueva
premisa para decidir ---nada del ego tiene valor en sí mismo, pero todo
en el ámbito del ego nos provee de las oportunidades que necesitamos
para practicar el perdón.
Esto
también quiere decir que nuestro foco de atención cambia, del
aparentemente inacabable proceso de evaluación del incesante flujo de
eventos externos, en términos de su impacto potencial en nuestro
bienestar físico, emocional, mental y psicológico, a la continua
vigilancia de nuestros propios pensamientos, para cerciorarnos de que
sean útiles o no, en cuanto a que nos ayuden a reconocer nuestro genuino
bienestar (la impecabilidad), la cual ha sido ya garantizada por Dios
(W.pI.93.6,7).
Así
que, en términos prácticos, qué significa esto? En primer lugar quiere
decir que no tienes que cambiar nada externo en cuanto a tu rutina y
práctica de actividades diarias se refiere, salvo quizás comenzar las
lecciones en el libro de ejercicios, si es que aún no lo has hecho. Ya
que en el libro de ejercicios se proveen las instrucciones específicas y
meditaciones que estás buscando para que puedas cambiar de un enfoque
externo al enfoque interno ---ése es su propósito (W.in). En cuanto a
todo lo demás en tu vida ---tus relaciones, tu trabajo, tus luchas, todo
el drama del ego--- se convierten ahora en el aula en la cual aprendes a
practicar el perdón. Ese es su valor, puesto que éstas son las
situaciones que has configurado en tu vida sobre las cuales deliberada
pero erróneamente, proyectaste la responsabilidad de determinar cómo
sentirte acerca de ti mismo y de si eres o no feliz.
Cada
vez que te encuentres haciendo juicios acerca de cualquier cosa en tu
vida, es porque has convertido eso en una pantalla donde proyectar tu
propia culpa acerca del pensamiento de separación, de tal forma que
ahora puedas verla fuera de ti. El primer paso en el proceso del perdón
consiste entonces en retirar la proyección del exterior y reconocer la
fuente de la culpa en tu propia mente. Y entonces, con la ayuda de Jesús
o del Espíritu Santo, puedas soltar la culpa en la luz del verdadero
perdón, el cual no reconoce ningún aspecto de ella como cierto.
Habiendo
descrito todo esto, puede resultar útil reconocer que la resistencia a
este proceso tan simple es enorme. Así que no te sorprendas cuando te
des cuenta que la mayor parte del tiempo tu pensamiento ha estado
obliterando ésta corrección de tu consciencia y, en lugar de eso, ha
estado en su consabido hábito de distraerte y de proyectar
automáticamente la responsabilidad de cómo te estás sintiendo, sobre
cualquier otro excepto sobre ti mismo. Gradualmente con el paso del
tiempo, con amabilidad y paciencia, la toma de consciencia de cómo
deseas sabotear este proceso y a ti mismo se vuelve más evidente. Y la
elección entre el ego y el Espíritu Santo que tienes en cada situación
se volverá cada vez más obvia, a medida que crece tu disposición
mediante la práctica del perdón y de la experiencia de dicha que el
perdón conlleva.
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