miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿Cómo elijo "lo que si tiene valor"?

Pregunta#558: Estoy buscando aquietar mi mente y observar todo mi sufrimiento desde un nuevo punto de vista. Un Curso de Milagros dice que mi única función es perdonar. Me habla acerca de que elija lo que tiene valor. Dice que es preciso que primero contemple lo que he fabricado con el propósito de que vea en qué consiste y en que no tiene valor. Mi pregunta es, ¿cómo miro a través de todo el drama que mi ego genera y me aferro a lo que sí tiene valor? Sé que si mi única función es perdonar, entonces lo que es de valor proviene de esa premisa. Sin embargo, me siento sumamente atrapado en el drama y me es difícil discernir lo que tiene valor de lo que no lo tiene. Me encuentro a la vez buscando abandonar mis juicios, puesto que comienzo a ver que no tienen valor. Me vendría muy bien algo de ayuda para buscar algunas estrategias de superación y algunas meditaciones diarias que me apoyaran a través de este cambio. 

Respuesta: Si, el Curso nos hace una invitación a que miremos a nuestra vida y a todo nuestro dolor y sufrimiento desde una perspectiva completamente distinta. Todas las categorías y criterios que hasta hoy usamos para determinar lo que es valioso y útil en nuestras vidas, de repente pierden toda su validez, ya que la premisa básica con la que decidimos ahora cambia de satisfacer nuestras necesidades a la de abandonar nuestros juicios, lo cual es lo que el Curso denomina perdón. Dos amplias y todo-abarcadoras generalizaciones se derivan de esta nueva premisa para decidir ---nada del ego tiene valor en sí mismo, pero todo en el ámbito del ego nos provee de las oportunidades que necesitamos para practicar el perdón.

Esto también quiere decir que nuestro foco de atención cambia, del aparentemente inacabable proceso de evaluación del incesante flujo de eventos externos, en términos de su impacto potencial en nuestro bienestar físico, emocional, mental y psicológico, a la continua vigilancia de nuestros propios pensamientos, para cerciorarnos de que sean útiles o no, en cuanto a que nos ayuden a reconocer nuestro genuino bienestar (la impecabilidad), la cual ha sido ya garantizada por Dios (W.pI.93.6,7).

Así que, en términos prácticos, qué significa esto? En primer lugar quiere decir que no tienes que cambiar nada externo en cuanto a tu rutina y práctica de actividades diarias se refiere, salvo quizás comenzar las lecciones en el libro de ejercicios, si es que aún no lo has hecho. Ya que en el libro de ejercicios se proveen las instrucciones específicas y meditaciones que estás buscando para que puedas cambiar de un enfoque externo al enfoque interno ---ése es su propósito (W.in). En cuanto a todo lo demás en tu vida ---tus relaciones, tu trabajo, tus luchas, todo el drama del ego--- se convierten ahora en el aula en la cual aprendes a practicar el perdón. Ese es su valor, puesto que éstas son las situaciones que has configurado en tu vida sobre las cuales deliberada pero erróneamente, proyectaste la responsabilidad de determinar cómo sentirte acerca de ti mismo y de si eres o no feliz.

Cada vez que te encuentres haciendo juicios acerca de cualquier cosa en tu vida, es porque has convertido eso en una pantalla donde proyectar tu propia culpa acerca del pensamiento de separación, de tal forma que ahora puedas verla fuera de ti. El primer paso en el proceso del perdón consiste entonces en retirar la proyección del exterior y reconocer la fuente de la culpa en tu propia mente. Y entonces, con la ayuda de Jesús o del Espíritu Santo, puedas soltar la culpa en la luz del verdadero perdón, el cual no reconoce ningún aspecto de ella como cierto.

Habiendo descrito todo esto, puede resultar útil reconocer que la resistencia a este proceso tan simple es enorme. Así que no te sorprendas cuando te des cuenta que la mayor parte del tiempo tu pensamiento ha estado obliterando ésta corrección de tu consciencia y, en lugar de eso, ha estado en su consabido hábito de distraerte y de proyectar automáticamente la responsabilidad de cómo te estás sintiendo, sobre cualquier otro excepto sobre ti mismo. Gradualmente con el paso del tiempo, con amabilidad y paciencia, la toma de consciencia de cómo deseas sabotear este proceso y a ti mismo se vuelve más evidente. Y la elección entre el ego y el Espíritu Santo que tienes en cada situación se volverá cada vez más obvia, a medida que crece tu disposición mediante la práctica del perdón y de la experiencia de dicha que el perdón conlleva.

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