martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿Debemos negar el cuerpo?

Pregunta#302: En el capítulo 2 del texto de un Curso de Milagros, Jesús dice: “…es casi imposible negar la existencia del cuerpo en este mundo. Quienes lo hacen, se embarcan en una forma de negación particularmente inútil” Entonces, en la lección 199, él nos propone que nos digamos cada día “no soy un cuerpo, soy libre.” Cómo puedo hacer la lección si tengo en mente la declaración del capítulo 2 del texto? También nos dice Ken que el despertar del sueño es un proceso y que no deberíamos intentar omitir etapas. Siento que con “no soy un cuerpo, soy libre” se me invita a saltarme algunos pasos. Qué se trae Jesús entre manos con todo esto?


Respuesta: Hay que tener presente algunos puntos para que podamos reconocer el propósito que tiene Jesús cuando dice cosas o nos pide cosas, que parecieran ser contradictorias entre sí en distintas partes del Curso. El sabe que nuestra resistencia a su mensaje es enorme y que no estaremos completamente abiertos a lo que él tenga que decir. Al mismo tiempo, no nos estaría haciendo un servicio si Jesús no fuera claro y directo acerca de adónde nos está guiando, y no nos exhortara a unirnos a él para poder compartir su manera de mirar las cosas, ya que el sabe mucho más que nosotros.

El hecho de que Jesús sabe que resistiremos su enseñanza radical es evidente al final de la introducción del libro de ejercicios, cuando él señala:  “
Algunas de las ideas que el libro de ejercicios presenta te resultarán difíciles de creer, mientras que otras tal vez te parezcan muy sorprendentes. Nada de eso importa. Se te pide simplemente que las apliques tal como se te indique. No se te pide que las juzgues. Se te pide únicamente que las uses. Es usándolas como cobrarán sentido para ti, y lo que te demostrará que son verdad. Recuerda solamente esto: no tienes que creer en las ideas, no tienes que aceptarlas y ni siquiera tienes que recibirlas con agrado. Puede que hasta te opongas vehementemente a algunas de ellas. Nada de eso importa, ni disminuye su eficacia.” (W.in.8:1-6; 9:1-3).  Y un poco antes, hacia el final del texto, cuando Jesús nos instruye acerca de cómo tomar decisiones para poder tener la clase de día que realmente queremos, el nos advierte: “Si notas que tu resistencia es muy fuerte y tu dedicación débil, tu no estás preparado. No luches contra ti mismo” (T.30.I.1:6,7).

Jesús nos presenta el reto de su enseñanza radical y sin transigencias al mismo tiempo que reconoce que podríamos no estar listos para aceptarla y que tomará tiempo (ver por ejemplo W.pII.284). Pero él también sabe que si le permitimos poner el pie en la puerta cerrada de nuestras mentes, antes de que nos demos cuenta, estaremos del otro lado junto a él. Y eso es debido a que ya tenemos una parte de nuestra mente que sabe y que ha aceptado su guía y hacia donde nos está llevando, pero si sentimos que realmente no tenemos elección se incrementará nuestra resistencia. Así que una lección como la 199 debería ser entendida como una invitación para que aceptemos una perspectiva diferente acerca del mundo y de nosotros mismos, pero nunca como un llamado a negar lo que aún continua siendo nuestra experiencia y nuestra realidad, por muy falsa que esta sea.

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