martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: He completado el Curso y sin embargo, aún me enfado y me deprimo

Pregunta#412: Me encuentro en un estado de confusión que a veces pienso que raya en la depresión. Hace dos meses que he terminado Un Curso de Milagros. Y ahora me pregunto, más que nada debido a mis reacciones hacia las cosas, si en realidad lo he completado correctamente ---si fue suficiente o no la atención que le presté a las lecciones. Estoy avergonzada de tener estos pensamientos ya que sé que van en contra de las metas del Curso. Todavía me enfurezco y, cuando no lo hago, lo que sucede es que estoy reprimiendo mi rabia. Me da la impresión de haber errado completamente en el blanco ya que mis reacciones y acciones se apartan por completo de lo que espero. Cómo puedo lidiar con la total desobediencia de mis hijos y al mismo tiempo seguir el Curso? Me da la impresión de que se requiere que me rinda y les deje salirse con la suya ya que de todas formas esto no es real y, sin embargo, yo lo siento muy real. Ya no se cuando estoy siendo demasiado permisiva o cuando ellos requieren de mi guía y disciplina. También me lleno de miedo cuando imagino que tengo que vivir mi vida de la manera que el Curso me enseña. Yo ya no sé que elecciones llevar a cabo, yo ahora no sé qué es lo que importa. Debería preocuparme acerca del dinero, de mi casa, de mi marido, etc. Qué es real?

Respuesta: “Este curso es un comienzo y no un final” Es así como Jesús culmina el libro de ejercicios (W.pII.ep.1:1). El libro de ejercicios es un programa de entrenamiento de un año que básicamente nos orienta y nos provee de lo necesario para poder continuar nuestra práctica y aprendizaje para el resto de nuestras vidas. Por consiguiente, al finalizar el año, en realidad estamos justo comenzando nuestro trabajo, por desesperanzador que esto parezca ser. No se espera que hayamos trascendido nuestro ego y alcanzado la maestría con el Curso al cabo de un año. A pesar de que a veces, en el Curso, Jesús dice cosas que podrían hacernos pensar de esa manera. Jesús no se encuentra dentro del espacio-tiempo y nos puede ver desde una perspectiva completamente diferente a como nos vemos nosotros mismos. El sabe que en cuanto al “nivel uno” ya todos lo hemos “logrado”; por lo que, en algunas ocasiones, nos habla desde ese punto de vista. Pero durante mucho tiempo, su mensaje para nosotros es que veamos a nuestras vidas como el aula donde pasemos nuestros días aprendiendo como mirar a nuestro ego en acción y sin juzgarlo ---el cómo tomarnos a nuestro ego cada vez menos seriamente. Es cierto que nada de esto es real, pero nosotros no lo creemos ---y mucho menos con solo un año de trabajo con el Curso--- por lo tanto, Jesús nos enseña cómo estar en nuestras vidas de forma tal que podamos alcanzar el punto culminante de la realización, después de muchos, muchos, muchos años de práctica.

Este no es un Curso acerca de negar nuestras percepciones ni nuestros sentimientos. Jesús quiere que veamos a nuestras percepciones y a nuestras experiencias como el plan de estudios que podrá utilizar Jesús para ayudarnos. Es únicamente a través de nuestras experiencias diarias ---todo lo que percibimos como real--- como él puede gentil y gradualmente guiarnos más allá de ellas; por lo tanto, estaría en detrimento de tu progreso espiritual pretender que tu crees que el mundo no es real, solo porque el Curso dice que no lo es, cuando a estas alturas tu no crees eso en absoluto. Muchos estudiantes confunden estos niveles en el Curso y terminan presos de la misma confusión y angustia que ahora tu experimentas. Por favor, recuerda que la meta del Curso no es estar sin ego. La meta del Curso es escapar de la carga de la culpa que nos hemos colocado nosotros mismos por nuestras perversas, odiosas y criminales elecciones a favor del ego (M.26.4:1,2). Esta es la manera primordial por la que podemos eventualmente llegar a aprender que nuestra decisión original de abandonar a Dios no fue otra cosa que una “pequeña y alocada idea”. Si negamos nuestras experiencias y como realmente nos sentimos, en realidad dejamos a Jesús o al Espíritu Santo sin los medios para que puedan ayudarnos. Es imperativo que seamos conscientes acerca de qué es lo que necesita corrección antes de que podamos aceptar la gentil y amorosa corrección que Ellos le dan a nuestros pensamientos errados. Jesús ya nos habla de esto en los comienzos mismos del texto: “El cuerpo es sencillamente parte de tu experiencia en el mundo físico... es casi imposible negar su existencia en este mundo. Aquellos que lo hacen se dedican a una forma de negación particularmente inútil. En este caso el término 'inútil' significa únicamente que no es necesario proteger a la mente negando lo no-mental” (T.2.IV.3:8,10,11,12).

Específicamente, esto significa que cuando (importante: se usa el término 'cuando' y no 'si') te molestas o perturbas con tus hijos, deberías saber que lo de menos ayuda posible es juzgarte a ti misma o pensar que estás fallando con el Curso. Que te enfurezcas no es el problema. Que te sientas culpable a causa de que te enfureciste, es el problema! Ese es el error que estás cometiendo, ya que le estás dando al ego una realidad que en verdad no tiene. Jesús no nos dice que no nos pongamos furiosos; él simplemente nos pide que no lo justifiquemos aludiendo “no pude hacer otra cosa, mira lo que ha sucedido!” o algo del estilo. Cuando nos condenamos a nosotros mismos por tener ataques de ego, estamos cayendo directamente en las manos del ego e impidiendo que demos el paso que nos liberaría del ego para siempre, el cual es darnos cuenta de que nuestra ira es únicamente una proyección de nuestro auto-odio, el cual es una defensa en contra del amor que es la única realidad en nuestras mentes. Así que, nuevamente, tu práctica tiene que ver con dar un paso atrás lo mejor que puedas y observar a tu ego sin juzgarlo. Así es como comienzas el proceso de reunirte con el amor en tu mente, ya que estarás decidiendo en contra de tu ego y no te sentirás avergonzada de ti misma por tener un ego. Es entonces cuando pasas a ser una buena estudiante de Un Curso de Milagros. No hay manera de suspender (o reprobar) este Curso ---salvo una: suspendes este Curso cuando crees que es posible suspenderlo!--- El pensamiento de que tu puedes ser un fracaso para Jesús no merece sino risa!
Podrías estar interesada en revisar la pregunta #179, la cual elabora acerca de ser padres en el contexto de los principios del Curso.

Puedes revisar la pregunta en original aqui.