martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿La metafísica del Curso niega la realidad del karma?

Pregunta#363: Me encuentro conque hay algunas similitudes muy profundas entre Un Curso de Milagros y la filosofía del Advaíta Vedanta. Ambas establecen que este mundo (el universo físico) es una ilusión, o en Hindi, "maya". Sin embargo, en la filosofía Vedanta, hay un énfasis puesto en el Karma (acción), lo cual sería el equivalente occidental de pecado si el karma es "negativo." En otras palabras, cosechamos eso que sembramos. Yo me he sentido muy a gusto con esta doctrina durante muchos años ya que le encontraba sentido... hasta que llegó el Curso. Ahora me parece que hasta la creencia en el karma es una ilusión, de acuerdo con la metafísica del Curso. Tengo acaso que negar completamente todo lo que tenga que ver con esta experiencia temporal? No importa que tan satisfactorio intelectualmente sea el Curso en el sentido abstracto, Me encuentro con enormes dificultades con respecto al Curso en mi día a día. Alguna solución?

Respuesta: El deseo de creer en el karma, en particular en el tipo de karma malo o negativo, es el deseo de hacer real el pecado, en particular, los pecados de otros, de quienes todavía creemos que tienen ahora que encarar la melodía de su pecaminosidad, aunque sea solamente el caso de que un universo impersonal ahora los "ajusticie" imparcialmente debido a que violaron y transgredieron sus leyes naturales ---las aparentes inevitables consecuencias del odio y el ataque. Esta es siempre la versión del ego acerca de la justicia, porque el pecado tiene un precio que tiene que ser pagado y las balanzas de la justicia tienen siempre que estar sopesando entre el bien y el mal, claramente una proposición dualista fundamentada en la creencia de opuestos.

No obstante, este principio regente es deseable si creemos genuinamente que los otros están separados de nosotros y que tu puedes encarar tu castigo mientras yo mantengo mi inocencia. Y esto no es otra cosa sino el velado deseo del ego de que la culpa sea real ---especialmente la culpa de otros. Y sin embargo, si la culpa de mi hermano no es otra cosa que la proyección de mi propia culpa inconsciente, lo que estoy diciendo entonces inconscientemente es que deseo que mi propia culpa siga siendo real. Qué pasaría si yo supiera que la única manera de zafarme de esta trampa auto impuesta de mis propios pecados, es que tengo que estar dispuesto a ver que cada "transgresión" ajena, al igual que las mías propias, no es sino una petición de amor? Claramente, esto es algo que, tal y como lo estás experimentando, ya sabes que es imposible que puedas hacerlo por cuenta propia, a medida que te das también cuenta de que estás siendo llamado a ir mas allá de los principios teóricos del Curso hacia la aplicación práctica en tu vida a través de la práctica del perdón. Y ten en cuenta que el avance continuará siendo imposible mientras continuemos creyendo que nuestros intereses pueden ser separados de los de otros.

El Curso jamás nos pide que neguemos nuestra experiencia temporal en el mundo, pero si nos está pidiendo que tengamos la disposición de cuestionar nuestra interpretación de esa experiencia. La interpretación del ego siempre verá intereses separados y exigirá la merecida "justicia" sobre cada tan mal nombrada equivocación, pues nunca se cuestionará si en realidad no son más que simples errores y no pecados. Por supuesto que la cuestión de fondo es que el karma y la culpa no son otra cosa que distintas formas de decir que la separación es real, cuyo propósito es seguir manteniendo intacta mi individualidad. Y ésta es la razón por la cual tenemos una gran resistencia y, por lo tanto, se vuelve muy difícil aceptar la gentil corrección que hace el Curso de todos nuestros errores ---propios y ajenos--- "El milagro minimiza la necesidad de tiempo" (T.1.II.6:1), pero nuestros egos pueden continuar existiendo únicamente en el tiempo. El Karma es la ley del mundo acerca de la causa y efecto, asegura que la causa es real y que igualmente lo son sus efectos, así que tomará tiempo revertir o deshacer cualquiera de ellos. El pecado es, por consiguiente, una llamada al sufrimiento como medio para deshacer la transgresión. Esto significa que el tiempo es imprescindible para podernos ganar una eventual liberación ---algún tiempo en el futuro, no necesariamente en esta encarnación ya que también podría ser en otra vida. Pero el efecto del milagro es ahora, en un instante santo fuera del tiempo y el espacio, trascendiendo las leyes del mundo físico y las leyes del ego que lo conforman. En las propias palabras amables y reconfortantes de Jesús: "Cuán absurdo y demente es pensar que un milagro puede estar limitado por las mismas leyes que vino exclusivamente a abolir! Las leyes del pecado tienen diferentes testigos, y cada uno de ellos tiene diferentes puntos fuertes. Y estos testigos dan testimonio de diferentes clases de sufrimiento. No obstante, para Aquel que envía los milagros a fin de bendecir el mundo, una leve punzada de dolor, un pequeño placer mundano o la agonía de la muerte, no son sino el mismo estribillo; una petición de curación, una llamada de socorro en un mundo de sufrimiento. De esa similitud es de la que el milagro da testimonio, Esta similitud es lo que prueba. Las leyes que consideraban que todas esas cosas eran diferentes, son abolidas, lo cual demuestra su impotencia. El propósito del milagro es lograr esto. Y Dios Mismo ha garantizado el poder de los milagros por razón de lo que atestiguan. Sé, pues, un testigo del milagro y no de las leyes del pecado. No hay necesidad de que sigas sufriendo" (T.27.VI.6:3,4,5,6,7,8,9,10,11; 7:1,2).
Link al original aquí.