martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿No nos hacen felices los milagros y curan nuestros problemas?

Pregunta#235: Ya se ha elaborado acerca de que Dios no interviene por nosotros en este mundo de la forma (pregunta #116). Tu respuesta, en mi opinión, no tocó algunas cosas importantes. Ya nada más que por el título, “Un Curso de Milagros”, Jesús parece sugerir que si intervendrá en este sueño de locura que estamos teniendo. No existe un problema que no pueda ser resuelto por un milagro, independientemente si es financiero, de salud o un conflicto emocional. O cualquier cosa intermedia. Esta es la razón por la que Jesús se tomó la molestia de venir a nosotros en esta forma. Todo el trabajo que hacemos para deshacer nuestra identificación con el ego tiene como resultado el deshacimiento de nuestros problemas. A cada problema se le da respuesta. Nuestra Luz desvanece la oscuridad. Para finalizar, planteo la pregunta:  Porqué no se enfatiza más el tema de alcanzar nuestra felicidad cuando seguimos las enseñanzas del Curso?

Respuesta: Porqué no se hace más énfasis acerca de encontrar la felicidad siguiendo las enseñanzas del Curso? Porque ninguno de nosotros quiere la felicidad que el Curso nos ofrece!! Nosotros queremos nada más que la felicidad como la hemos definido, la cual no es otra cosa que la de que se satisfagan nuestras necesidades especiales, tanto financieras, como de salud, emocionales o de la clase que sean. Pero eso no es lo que el Curso ofrece. El Curso nos invita a través de la práctica del perdón, a soltar todos nuestros juicios y resentimientos hasta que, al final del proceso, seamos también liberados de nuestra identificación con este ser personal que creemos tiene todos esos problemas y necesidades. La felicidad de la que habla el Curso proviene de despertar del sueño del dolor, el cual llamamos nuestra vida, aquí en el mundo. Un sueño en el cual no hay ninguna esperanza de felicidad real. Pero no queremos eso. Es la razón por la que Jesús primero tiene que enseñarnos la diferencia que existe entre dicha y dolor, entre aprisionamiento y libertad (T.7.X; T.8.II.4,5). Ya que de otra manera, continuaremos buscando dolor, creyendo que es dicha y nos avocaremos en mantener nuestro aprisionamiento insistiendo en que es libertad.

Necesitamos una gran cantidad de ayuda, pero no con los “problemas” del mundo.
Para responder la pregunta que no planteas,  ni Dios ni Jesús intervienen en el mundo. Tampoco en nuestras mentes. Intervenir y arreglar problemas en cualquier nivel sería hacer real el error de la separación (T.26.VII.12). Y la corrección, la cual el Curso llama el principio de la Expiación, nos dice que la separación jamás ocurrió en realidad. Por esta razón no tiene ningún sentido para Dios o para Jesús intervenir en nuestro demencial mundo. Nosotros hemos fabricado nuestros problemas mundanos para poder encubrir y no tener que mirar a lo que creemos que es el problema real: La culpa en nuestras mentes por habernos separado de Dios. La única ayuda que necesitamos es la que nos hará cambiar de mentalidad respecto a esa culpa, esto es algo que no podemos hacer  nosotros solos, ni tampoco puede Jesús cambiar de mentalidad por nosotros. El solo puede mostrarnos qué hemos hecho real y cuáles son sus consecuencias, en el mundo y en nuestras mentes, para que podamos reconocer nuestra locura y estemos dispuestos a hacer la misma elección que Jesús ya hizo (T.2.VI.4; T.2.VII.1; T.3.IV.7; T.5.II.9,10,11:1; T.8.IV.4,5,6).

El meollo es que a ninguno de nosotros en realidad le importa tanto ser infelices, siempre que podamos engañarnos acerca de que no somos responsables de nuestra infelicidad. Deseamos un mundo y unas relaciones con problemas para poder ser victimizados y así, no tener la necesidad de ver que la verdadera razón del sufrimiento es nuestra elección de la separación e individualidad. Hasta que no podamos reconocer y aceptar este hecho, no tendremos ningún interés en la felicidad que el Curso nos está ofreciendo. Encontraremos la felicidad verdadera siguiendo las enseñanzas que Jesús. Pero no las seguimos con el propósito de resolver nuestros problemas en el mundo. No tenemos problemas en el mundo que tengan que ser resueltos!  Si, toda la oscuridad desaparecerá en la luz de lo que somos ---pero eso incluye no solo a los problemas sino  también incluye al mundo y al ser que pensamos que somos en este mundo, al igual que la culpa en nuestras mentes que es la fuente de todas nuestras proyecciones en el mundo de la forma. Como para la mayoría de nosotros este pensamiento es aterrador, Jesús nos asegura en muchas partes del Curso que el camino es un proceso y que progresaremos en él a nuestro propio ritmo, cómodamente (por ejemplo, T.16.VI.8:1,2,3). Ahora podemos entender la razón de nuestra resistencia a poner en práctica sus enseñanzas del perdón. Jesús nos recuerda: “Tu tarea no es buscar el amor, simplemente buscar y encontrar todos los obstáculos que has erigido dentro de ti en contra del amor. No es necesario buscar lo que es cierto sino buscar lo que es falso”(T.16.IV.6:1,2).

Para ampliaciones en el tema de porqué Dios no interviene en el mundo, ver Q#42.


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