Pregunta#504:
Entiendo que he tomado la decisión de olvidar. Mi pregunta es, porqué
rechacé un estado en el cual claramente disfrutaba de paz mental, para
poder así entrar en el espacio y el tiempo? Quién en su sano juicio
podría no sentirse satisfecho con la paz mental original?
Respuesta:
Nadie en su sano juicio elegiría olvidar quién es, lo cual es por lo
que nadie en su mente recta lo hace. Tu pregunta suele plantearse con
mucha frecuencia. Es en realidad una declaración enmarcada en la forma
de una pregunta, ya que la pregunta implica que la separación de hecho
si ocurrió y que el tiempo y el espacio existen. Un Curso de Milagros
proporciona la respuesta final: “...la separación nunca ocurrió”
(T.6.II.10:7). Jesús nos dice que no podemos olvidar nuestra verdadera
identidad como el inocente Hijo de Dios, pero que podemos usar
erróneamente el poder de nuestra mente eligiendo la separación y
creyendo en la ilusión de una identidad separada. El principio
fundamental que se está mencionando aquí es el poder de la mente para
elegir. La elección es siempre entre la verdad y la ilusión, entre lo
que es real y lo que no lo es. Ya que no existe un sustituto para Dios
ni una alternativa para la realidad, elegir no creer en la verdad es
realmente elegir nada. Sin embargo, creer que si es algo da como
resultado la culpa por haber obliterado a Dios y a Su Hijo de la
consciencia y reemplazándolos con el fabricado ser del ego. Los efectos
son todas las experiencias dolorosas y devastadoras en nuestras “vidas”
en el cuerpo y en el mundo, lo cual nos lleva a preguntarnos cómo hemos
llegado aquí y porqué vinimos? Ya que Jesús sabe que creemos en nuestra
identidad como cuerpos, el nos ofrece una explicación que podemos
entender y con la que podamos trabajar: creemos que somos cuerpos en el
mundo porque esto es lo que queremos creer.
El
momento “original” de la separación, lo que aparenta haber ocurrido en
el pasado, es en realidad una elección por la separación que se está
tomando constantemente en el presente y que es evidente en nuestras
experiencias cotidianas en nuestras vidas. Las claves están presentes si
miramos nuestra enérgica persecución de nuestros intereses egoístas, a
expensas de los intereses de los demás, sin mencionar también nuestra
dedicación y devoción a tener la razón. Parafraseando una frase muy
citada del texto, preferimos tener razón que estar en paz T.29.VII.1:9).
Es esto lo que nos motiva, aquí y ahora, elegir nuestros pequeños yoes y
nuestras pequeñas vidas por encima de Dios.
Por
consiguiente, en la meta de enseñanza importante que se plantea en el
curso, que tenemos mentes con el poder de elegir, el Curso en sí mismo
es la respuesta a tu pregunta. Nuestra esperanza reside en seguir la
clara y directa invitación que Jesús nos hace: “hermano, elige de nuevo”
(T.31.VIII.3:2).
Para ampliación de este tópico, ver la pregunta #10.
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