miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿Porqué tiene un maestro que "tener fe en los estudiantes a quienes ofrece sus ideas"?

Pregunta#591: He estado leyendo mucho acerca de las condiciones para el aprendizaje de Un Curso de Milagros. En donde me encuentro estancado es: “Un buen maestro debe tener fe en las ideas que enseña, pero tiene que satisfacer además otra condición: debe tener fe en los estudiantes a quienes ofrece sus ideas”(T.4.I.1:4). Lo que esto para mi quiere decir es que si yo tengo fe en este Curso, este se vuelve una “idea” en mi mente, y yo enseño esta idea. El significado que yo interpreto en la segunda parte es:(1) Jesús cree en nosotros y nos está enseñando y, (2) en el nivel del mundo somos todos maestros y estudiantes. Si yo (el Hijo de Dios) estoy enseñando, ¿sería entonces el estudiante cualquiera con el que me encuentre, o que conozca del pasado, o que conoceré en el futuro, o simplemente cualquiera en el que esté pensando? ¿Significa esto que hemos renunciado a cualquier juicio acerca de esos estudiantes o acerca de todo? ¿ O que no sabemos cuándo estamos enseñando? 

Respuesta: Jesús está diciendo que para ser un buen maestro, no sólo tienes que creer en lo que estás enseñando, también debes saber que tus estudiantes son capaces de aprender y que en última instancia, ellos son iguales a ti. Si tú crees en el Curso, entonces enseñas más que ideas. La enseñanza de las ideas es un buen punto de partida, pero si el contenido detrás de las ideas no es en algún momento transmitido a través de ti, entonces en realidad no lo estás enseñando. Esto es evidente en el párrafo 6, donde Jesús amorosamente nos tranquiliza: “Enseñaré contigo y viviré contigo si estás dispuesto a pensar conmigo, pero mi objetivo será siempre eximirte finalmente de la necesidad de un maestro” (T.4.I.6:3). En otras palabras, Jesús nos invita a que nos volvamos como él para que en algún momento no exista diferencia alguna entre él y nosotros y el nos pide que hagamos igual con los demás. Así que, a medida que enseñas a otros las ideas en el Curso, aprendes que, en el único nivel que importa, no eres diferente de quienes reciben tu enseñanza: toda separación es una ilusión, lo cual hace que juzgar no tenga ningún significado. Ese es el contenido que en algún momento terminará siendo expresado a través de tus palabras a medida que tú práctica del perdón progrese. No tienes que estar en una relación formal de maestro-estudiante para hacer esto. Nosotros enseñamos continuamente porque siempre estamos “emitiendo” de alguna u otra forma la decisión que hemos tomado en nuestra mente de identificarnos con el sistema de pensamiento de la separación del ego o con el de perdón del Espíritu Santo, y los demás siempre están “explorando” en la búsqueda de alguna señal que de alguna manera les diga que se equivocan en su auto-condena y en la proyección de eso sobre alguien más mediante el juicio.


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