Pregunta#495:
He leído una y otra vez el siguiente pasaje de el manual de Un Curso de
Milagros acerca de la oración. Todavía no logro entender qué está Jesús
tratando de decir. Podrías ayudarme?
“La
oración que pide cosas de este mundo dará lugar a experiencias de este
mundo. Si la oración del corazón pide eso, eso es lo que se le dará
porque eso es lo que recibirá. Es imposible entonces que en la
percepción del que pide la oración del corazón no reciba respuesta. Si
pide lo imposible, si desea lo que no existe o si lo que busca en su
corazón son ilusiones, eso es lo que tendrá. El poder de su decisión se
lo ofrece tal como él lo pide. En esto estriba el Cielo o el infierno”
(M.21.3:1-6).
Respuesta:
Hablar de la “oración del corazón” no es sino otra forma de decir “esto
es lo que mi mente desea.” Si mi oración (como mente tomadora de
decisiones identificada con el ego) es probar que estoy en lo cierto y
que Dios está errado ---que la separación es la realidad y que la
unicidad es una ilusión--- entonces tendré experiencias que validarán
eso, ya que eso es lo que habré pedido. Y por supuesto, esto requiere
que exista un mundo en el cual la separación pueda ser expresada en
innumerables formas ---de victimización y especialismo. Así la realidad
de mi percepción acerca del sufrimiento, la muerte, el conflicto, la
opresión etc. es solamente el reflejo de mi deseo secreto de que la
separación sea real y todo cumple el propósito oculto de probar que Dios
está errado. Mi ego entonces puede reinar soberano. En esto estriba el
infierno! Pero todo eso se encuentra aquí debido a mi propia elección.
En este sentido “no hay víctimas inocentes.” En mi mentalidad errada
deseo que la separación sea realidad y, por consiguiente, mi experiencia
en el mundo es que mis intereses estén en conflicto con los de los casi
todas las personas. He buscado las cosas de este mundo y por lo tanto
esa es la experiencia que ahora tengo: intereses separados en la forma
de algún dolor o placer.
Pero
cuando mi oración apunta a la recuperación del recuerdo de mi verdadero
Ser, el cual comprende a todo el mundo, entonces aunque mis ojos
pudieran continuar viendo las mismas escenas en el mundo, mi experiencia
de ellas será enteramente diferente. Para poner esto dentro del
contexto forma-contenido, todavía percibiré intereses separados en
cuanto a la forma, pero el contenido en mi mente será siempre el mismo,
el cual no es otro que: todos compartimos el mismo interés. He podido
ver la “pequeña y alocada idea de la separación” y sencillamente reírme
de ella, juzgándola como algo tonto y no para que sea tomada seriamente.
Esto quiere decir que nada en absoluto puede perturbar o cambiar mi paz
interna. Y ahora veré a través de los ojos del perdón. En palabras de
la lección 122, experimentaré “...una quietud que no pueda ser
perturbada, una mansedumbre eternamente invulnerable, una profunda y
permanente sensación de bienestar, así como un descanso tan perfecto que
nada pueda interrumpirlo” (W.pI.122.1:6)--- y todo esto es
independiente de lo que sea que esté sucediendo en el mundo.
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