miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿Qué quiere exactamente decir el Curso con "pide las cosas que quieres que te sucedan"?

Pregunta#555: En Reglas Para Tomar Decisiones, del texto de Un Curso de Milagros, capítulo 30, cuarto párrafo se nos dice: “...repítete a ti mismo la clase de día que te gustaría tener, los sentimientos que deseas abrigar, las cosas que quieres que te sucedan así como lo que quieres experimentar” Esto da la impresión de que se nos anima a pedir por cosas específicas (por ejemplo, emociones, experiencias), como lo que encontraríamos en los peldaños inferiores de la escalera de la oración mencionada en “El Canto de la Oración.” Por ejemplo: “Deseo tener un buen día en casa de mi hermana; ayúdame a ser amable con mis pacientes en el trabajo,” etc. Si tu respuesta proviene de los niveles superiores de dicha escalera, los sentimientos que podrías pedir serían el amor, la paz y la dicha, pero cuáles experiencias podrías pedir en ese nivel superior? O no tendría que pedir por nada ya que cuento con todo? Estoy intentando aplicar esto en mi vida y acostumbro a pedir por cosas específicas porque me siento más conectada con Jesús y puedo entonces transcurrir mi día junto a él. Desde qué nivel debería estar haciendo mi petición, podrías por favor aclararlo? 

Respuesta: Es muy fácil leer ésa línea del Curso por sí misma y darle la interpretación que comentas. Y no hay nada malo en pedir por cosas específicas si es en ése nivel donde sientes que te encuentras en la escalera que nos lleva de vuelta a casa. La mayoría de nosotros, si somos honestos con nosotros mismos, tendríamos que admitir que estamos en el nivel de creer y experimentar que tenemos necesidades específicas la mayor parte del tiempo.

Pero dentro del contexto de toda la sección, la cual enfatiza la necesidad que tenemos de no tomar decisiones por nuestra cuenta, Jesús nos está invitando a que tengamos un día libre de juicios. Y eso significa que no le otorgaremos nuestra interpretación a ninguno de los eventos o experiencias que tengamos durante el día, pensando que estamos en una posición de poder juzgar lo que queremos y necesitamos. Y por supuesto sabiendo que es más que probable que caigamos en la trampa de juzgar lo que aparenta ocurrir, Jesús nos provee con los pasos para que podamos recordar lo que realmente deseamos (la paz mental) y que nuevamente cambiemos de mentalidad acerca de a Quién le permitiremos interpretar nuestro día.

Cada vez que identifico una necesidad específica en términos de cómo deseo que ocurran los eventos que yo creo me harían feliz, estoy usurpando el papel del Espíritu Santo y apuntándome nuevamente a un fracaso y una desilusión, lo cual es exactamente lo que mi ego quiere que haga. Puesto que entonces puedo culpar de mi infelicidad y pérdida de paz a eventos externos y a otras personas en lugar de a una decisión tomada en mi mente, la cual no fue otra cosa que decidir por mi cuenta ---en otras palabras, una decisión por la separación. Esto es por lo que, aunque algunas formas específicas sean la manera en la cual me encuentro ahora cómodamente limitando y no acogiendo totalmente el amor infinito, dichas formas son siempre “regalos” de doble filo que me mantienen identificado con la ilusión reforzando su realidad en mi propia mente.

Para decirlo nuevamente, esto no quiere decir que no debamos pedir específicos, pero Jesús quiere que seamos consciente de que él nos está ofreciendo mucho más que los limitados regalos que estamos dispuestos a aceptar justo ahora. Si al menos no reconocemos eso, no estaremos dispuestos a crecer y a avanzar a los niveles superiores de petición que nos guiarán en el ascenso en nuestra escalera de regreso a casa.

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