Pregunta#537:
Como probablemente has escuchado, los profesionales de la medicina
aconsejan a sus pacientes portadores de la enfermedad de transmisión
sexual (ETS) del herpes ---la cual se sabe que es por siempre
contagiosa--- comunicárselo a su compañero/a sexual y usar protección
para evitar transmitirle la enfermedad a su compañero/a. Y Un Curso de
Milagros nos enseña que la enfermedad es el efecto de nuestra creencia
en nuestra culpa. Como la culpa no puede ser contagiosa, cómo podría
entonces un estudiante del Curso pensar, hablar y actuar de manera
correcta acerca de la ETS del herpes?
Respuesta:
Aunque la culpa no sea contagiosa, inevitablemente conlleva a la
expectativa de un castigo. Siguiendo el plan del ego, para defendernos
de la agonía y miedo en nuestras mentes suscitados por esta culpa,
negamos la mente y sus contenidos y terminamos creyendo que somos
cuerpos en un mundo con leyes propias. (Ver por ejemplo W.pI.76.8, donde
Jesús lista algunas de estas leyes.) Mediante una elección, entonces,
nosotros (el tomador de decisiones, las mentes fuera del espacio y del
tiempo) nos ponemos a nosotros mismos bajo estas leyes y suprimimos
completamente de nuestra consciencia esta dinámica que está tomando
lugar en nuestras mentes, las cuales son el cimiento de nuestras
experiencias en el mundo. Todo esto es un completo montaje, pero si
estamos convencidos de ser cuerpos, mejor es que prestemos mucha
atención a estas llamadas leyes. Si, es cierto que en última instancia
la enfermedad es ocasionada por nuestra creencia en la realidad de
nuestra culpa, pero mientras estamos trabajando en ese nivel, lo cual es
un paso en la dirección adecuada, no podemos ignorar o negar nuestras
experiencias corporales, ni Jesús mismo piensa que eso sea una buena
idea: (T.2.IV.3:8,9,10,11).
Tú
hablas únicamente del herpes, pero piensa un momento si beberías de una
taza que acaba de usar alguien que en ese instante tiene gripe?
Aceptarías una donación de sangre de alguien que sepas que está
infectado con el virus del SIDA? Permitirías que tus hijos jueguen con
otro niño mientras éste tiene sarampión? Comerías en un restaurante si
quienes cocinan tienen hepatitis? El punto es, nuevamente, que si tu
crees ser un cuerpo, es simplemente un acto de sentido común hacer lo
que normalmente hace la gente en el mundo para protegerse a si mismos y a
otros ---pero sin hacer una gran cosa de eso. Este es esta la
transigencia necesaria que Jesús mismo recomienda (en la referencia al
capítulo 2 dada anteriormente).
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