miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: Si proyectamos en otros lo que no deseamos, ¿porqué entonces algunas personas aparentan tener más dones que nosotros?

Pregunta#605: Un Curso de Milagros dice que proyectamos lo que no deseamos en otra persona. Tengo un amigo que es extremadamente inteligente, su prueba de IQ realizada en Berkeley arrojó 240. Esto es obviamente una cualidad que cualquiera desearía y no algo que quisiéramos proyectar. Supongo que lo mismo puede aplicarse a ser millonario. A todo el mundo le gustaría pero en realidad sólo unos pocos resultan ser millonarios. Esto no tiene sentido para mi. 

Respuesta: Cuando el Curso nos dice que proyectamos lo que no deseamos, se refiere de manera específica a la culpa en la mente. El propósito verdadero ---aunque oculto--- del ego que yace tras proyectar la culpa es mantenerla, a pesar de que nos diga que proyectándola es cómo nos deshacemos de ella (T.7.VIII.1,2,3; T.13.II.1,2). La otra cara de la moneda en el juego del ego de la culpa, la cual mantiene la mayor parte de las veces oculta de nuestra consciencia, es que queremos ser víctimas puesto que entonces es indudable que la culpa reside fuera de nosotros. Para poderle dar cumplimiento a este deseo, el ego ha fabricado un mundo de diferencias, donde cada uno de nosotros se diferencia del otro de muchísimas maneras, incluyendo en la inteligencia, las posesiones, la belleza y la salud, solo para nombrar unas pocas.

Si todos fuéramos completamente idénticos a nivel de la forma, no podría haber víctimas. Por lo tanto, para el objetivo oculto de nuestro ego es perfecto que algunos seamos más inteligentes o ricos que otros, puesto que entonces quienes tenemos menos podemos de alguna manera sentirnos injustamente dotados por Dios, por nuestros padres o por el destino. Pero esto no quiere decir que aquellos quienes tienen más no sientan también la carga de tener una mayor responsabilidad o consciencia o que se espere de ellos mucho más debido a sus “dones” privilegiados. Esa es la belleza del juego del ego de las diferencias ---nadie resulta feliz y todo el mundo, de alguna u otra forma, termina sintiéndose privado y victimizado.

Es el propósito de Jesús en todo su Curso ayudarnos a entender las intenciones encubiertas del ego para que entonces podamos hacer una elección diferente. Ya que es únicamente nuestra decisión lo que le da poder al ego (por ejemplo, veamos T.7.VIII.5). Y cuando lleguemos a entender que estamos renunciando a todo para poder así tener una migaja de lo que no es nada, Jesús tiene la confianza de que haremos otra elección.

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