miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: Ya que Jesús fue crucificado, ¿significa eso que él no aprobó su propio "Test de la Verdad"?

Pregunta#510: Considerando el “Test de la Verdad” del que habla Jesús en el capítulo 14 de Un Curso de Milagros, cómo pudo ser Jesús crucificado? Yo puedo entender que él estuviese libre de miedo durante esos “ataques” a su cuerpo, lo cual es un poderoso ejemplo de perdón. Pero me resulta claro el torturar y crucificar a un hermano no es una manifestación de la paz perfecta, la cual es que cada uno con el que él se encontró (e incluso pensó en él) debería haber sentido. Quiere esto decir que Jesús algunas veces intentó aprender sus propias lecciones y no la de Dios?

Respuesta: Podría resultar útil para empezar que miremos a la parte del Curso específica en esa sección a  la que haces referencia: “Si en realidad no tienes miedo de nada, y todos aquellos con los que estás, o todos aquellos que simplemente piensen en ti comparten tu perfecta paz, entonces puedes estar seguro de que has aprendido la lección de Dios, y no la tuya” (T.14.XI.5:2).

Hay ciertamente un número de formas diferentes a las que mirar este pasaje en relación con la crucifixión. La primera pregunta que podríamos hacernos a nosotros mismos es si la crucifixión en realidad sucedió o se trató de una ficción. Si después de todo, esto es nuestro sueño y Jesús no se percibe a sí mismo como parte de el, entonces quizás el relato de la crucifixión fue simplemente el relato de sus seguidores quienes intentaron hacer que su aparente vida aquí fuese incluso más que vida, e inventaron una fábula de una muerte física y una resurrección física.

Sin embargo, Jesús habla acerca de la crucifixión en el capítulo 6 como si fuese un evento histórico en su vida terrenal, así que podríamos considerar lo que este pasaje significa a la luz de tal acontecimiento. Una posibilidad, tal y como sugieres, es que Jesús quizás aún estuviese identificado con su ego hasta el momento de su crucifixión y, por ende, no estaba en perfecta paz. Los ataques de otros hacia él fueron entonces sus propias lecciones de perdón.

No obstante, desde la crucifixión, y con la llegada del Curso ahora al mundo, pocos razonablemente negarían que él es una manifestación de la paz perfecta. Incluso hoy día, hay muchos en el mundo quienes saben de él y piensan en él y no están en paz, quienes a veces sienten ira hacia él, aún como estudiantes de su Curso. Es ésta una prueba de que él aún conserva oscuras lecciones por desaprender? Esto no parece nada probable. De hecho, al comienzo en el Curso, Jesús comenta acerca de las reacciones no pacíficas de la gente hacia él mientras el aún parecía encontrarse entre ellos, palabras que hoy en día pueden incluso aplicarse a sus estudiantes: “Muchos pensaron que yo les estaba atacando, aunque es evidente que eso no era cierto” (T.6.V.B.1:5).  Jesús nos explica además que cuando no compartimos el sistema de pensamiento de otros, estamos debilitando dicho sistema de pensamiento y, como resultado, seremos percibidos como atacantes, a pesar de que no estemos haciendo eso. Ya que cada uno de nosotros ve afuera lo que primero ha visto dentro. (T.6.V.B.1:7,8,9,10,11).

Quizás el problema sea que estemos mal interpretando lo que Jesús nos quiere decir con ese párrafo. La frase de hecho dice “quienes piensen... en ti participarán de tu perfecta paz.” Pero no dice que todos aceptarán esta perfecta paz y estarán en paz. Si mi mente está sanada, Yo entonces sé que todo aquel que yo conozca y que me conozca a mi tiene que compartir conmigo esta perfecta paz para que sea perfecta paz, sin importar cómo elijan sus mentes negar en cualquier momento en el tiempo la realidad de esa experiencia.

Sin embargo, Si me veo reaccionando de la forma que sea a los juicios y reacciones que otros tienen hacia mi, no estoy en perfecta paz y aún me quedan mis propias lecciones oscuras por desaprender. Y ya que, en realidad, no hay nadie más allí afuera, me concierne únicamente el estado de mi mente  y en cómo podría reaccionar a lo que ahora percibo como otras mentes separadas de mi. Ya que de una vez por todas sé que todos somos uno, mi experiencia de las relaciones con todos los aspectos de ese único ser ---todos los fragmentos aparentemente separados--- puede únicamente ser una experiencia de perfecta paz, la cual tiene que ser compartida con cada aspecto como uno solo, independientemente de que estén manifestando o no esa paz en cualquier momento dado del tiempo.

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