Pregunta#559:
En relación a la pregunta #288: “Qué es un milagro?”, podrías aclarar
qué tienen que ver las siguientes frases con tu respuesta?
T.1.1.24:2 Tu mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador.
T.3.V.6:7 Has perdido el conocimiento de que tú mismo eres un milagro de Dios.
T.3.V.8:9 Mas los milagros de Dios son tan totales como Sus Pensamientos porque son Sus Pensamientos.
T.3.V.10:5,6 Dios y Su milagro son inseparables. ¡Cuán bellos son en verdad los Pensamientos de Dios que viven en Su Luz!
T.13.VIII.5:1 Este es el milagro de la creación: que es una eternamente.
T.13.VIII.6:5 El único milagro que jamás existió es el santísimo Hijo de Dios, creado en la única realidad que es su Padre.
T.13.VIII.9:4 El milagro que Dios creó es perfecto, al igual que los milagros que obraste en Su Nombre.
T.16.II.5:4,5
Los milagros son algo natural para Aquel que habla por Dios. Pues Su
tarea es traducir el milagro al conocimiento que representa, pero que se
encuentra vedado para ti.
T.26.VII. 11:4,5 Es imposible perder nada si lo que tienes es lo que eres. Este es el milagro mediante el cual la creación se convirtió en tu función, la cual compartes con Dios.
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Respuesta:
Hay dos puntos importantes a tener en cuenta cuando nos dedicamos a
buscar un término en todos los tres libros de Un Curso de Milagros y en
los dos anexos: Jesús no siempre es consistente en el uso de los
términos y, con frecuencia, sucumbe a la libertad de la que disfrutan
los poetas y grandes maestros en sus obras; pero si no apartas tu
enfoque del contenido de su enseñanza, los conflictos que suelen emerger
de la forma de su enseñanza son entonces eliminados, o su importancia
es reducida considerablemente.
La
lista de las declaraciones que citas son ejemplos de la inconsistencia
en el nivel de la forma. Estrictamente hablando, un milagro es una
corrección y, por lo tanto, pertenece únicamente a la ilusión. Pero en
algunos de los pasajes que mencionas, un milagro está ligado a Dios y a
la creación, lo cual por supuesto nunca podría ser el caso, ya que Dios
no sabe de ningún error ni de nada que requiera ser corregido y la
creación es solamente una función dentro de la Unicidad del Cielo. Más
aún, la inconsistencia ocasionalmente aparenta ser más bien una
contradicción si te quedas sólo en el nivel de la forma. Jesús
enfáticamente dice a los comienzos del texto, que “Hablar de una
'curación milagrosa' es combinar inapropiadamente dos órdenes de
realidad diferentes. Una curación no es un milagro” (T.2.IV.1:3,4). Sin
embargo, en otros cinco lugares distintos en el texto, él habla acerca
de el “milagro de la curación” (T.19.I.14:5; T.27.II.5:2; T.27.V.1:3;
T.28.IV.10:9; M.22.4:4).
Por
consiguiente, si un lector/estudiante no se sintoniza con el
significado (contenido), el uso relajado que Jesús a veces hace de las
palabras (forma) puede ser un problema mayor, especialmente si se espera
una conceptualización precisa. Pero si el contenido de su enseñanza es
tu enfoque prioritario, entonces las inconsistencias no tendrán ningún
efecto en tu progreso espiritual. Este tema se encuentra ampliamente
desarrollado por Ken Wapnick en "Inconsistencias en la forma y
consistencia en el contenido" (Capítulo2) en Pocos Eligen Escuchar, Vol.
II de “El Mensaje de Un Curso de Milagros,” y en su audio “la Dualidad
Como una metáfora.”
Para regresar brevemente a tus ejemplos... T.3.V.6:7 “Has
perdido el conocimiento de que tú mismo eres un milagro de Dios.”
Ilustra la licencia poética que Jesús se concede aveces. El está
completando el pensamiento que comenzó en la declaración precedente,
“Cuando elegiste la percepción en vez del conocimiento, te colocaste en
una posición en la que sólo percibiendo milagrosamente podrías parecerte
a tu Padre” (6:6). Si puedes escuchar a la súplica de Jesús y sentir
cómo su amor te atrae de regreso a tu estado natural al Corazón del
Amor, no importaría si Jesús está usando el término milagro de manera
inconsistente. En la frase (6:6), él lo está usando de manera apropiada,
por así decirlo, como un medio de corregir nuestra percepción falsa;
mientras que en la frase siguiente, él toma el mismo término y le da un
giro diferente para concluir su argumento, como haría un poeta o un
dramaturgo lírico. Por tanto, si bien es cierto que su terminología
puede presentar inconsistencias, no existe el más leve error acerca de a
dónde él nos está guiando. Y esto es igualmente cierto en los demás
ejemplos que citas. Si te enfocas en lo que Jesús quiere que escuches y
aprendas, los aparentes errores en la forma perderán importancia.
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